Solomillo Wellington con salsa de manzanas

Como nos vamos acercando al otoño los platos van tomando más consistencia. La semana pasada hacíamos un plato de pescado y esta semana toca carne.

Pero, no hemos vestido de fiesta e, incluso, hemos viajado hasta la cocina inglesa para hacer este solomillo wellington que ha resultado ser todo un descubrimiento. Ha quedado tierno, jugoso y sabroso. ¿Qué más podemos pedir?

El traje largo se debe a la propuesta de Desafío en la cocina, que en este mes de septiembre le ha correspondido a La cocina de Camilni, tres hermanas que comparten su afición a la cocina a través de su blog, visita obligada para encontrar recetas buenas y con su toque personal. Ellas nos han propuesto hacer solomillo wellington con salsa de… y yo he elegido las manzanas porque me parecen que son el complemento ideal para el cerdo.

Ha sido una receta cocinada con todo el mimo para que, además de buena, quedase bonita. Y ¿he conseguido mi objetivo? Bueno, creo que no está mal, no?

Solomillo Wellington

Número de personas: Para 3 personas

Ingredientes:

– 1 solomillo de cerdo
– 50 gramos de paté fresco a la pimienta
– 1 lámina de hojaldre (si es congelada, habrá que sacarla del congelador una hora antes de utilizarla.
– 1 cebolla
– 2 manzanas
– 75 ml. de vino blanco
– 1 huevo
– 4 dientes de ajo
– 4 ramitas de romero
– 50 ml. aceite de oliva
– sal y pimienta al gusto.

Solomillo Wellington

Elaboración del solomillo: Salpimentamos el solomillo. En una sartén, doramos los dientes de ajo enteros (con un corte longitudinal para evitar que salten) y las ramitas de romero con el aceite de oliva. Reservamos. A continuación, freímos el solomillo entero a fuego fuerte. Quedará tostado por fuera y crudo por dentro (después se va terminar de hacer en el horno). Apartamos y dejamos que se vaya enfriando un poco.

Encendemos el horno a 200º para que vaya precalentándose.

Extendemos la lámina de hojaldre. Cortamos unas tiras que servirán para la decoración. Untamos el paté sobre el centro de la lámina de hojaldre. Colocamos encima el solomillo y sobre el solomillo los dientes de ajo dorados y las ramitas de tomillo, dejando algunas fuera para la decoración. Envolvemos el solomillo con el hojaldre y sellamos bien por todos los lados para evitar que se salgan los jugos. Decoramos con las tiras de hojaldre que hemos recortado previamente. Batimos el huevo y lo utilizamos para pintar el hojaldre.

Forramos una bandeja de horno con papel de hornear, colocamos en ella el solomillo y la llevamos al horno, durante aproximadamente 30 minutos. (Yo no paro de mirar y cuando está dorado lo saco. Me entra cierta impaciencia cuando el hojaldre está en el horno porque pienso que se me va a quemar. Al final, lo dejo poco hecho. En fin.)

Preparación de la salsa: Utilizando el mismo aceite en el que hemos frito el solomillo, sofreímos la cebolla, finamente picada. Pelamos y cortamos las manzanas en trozos no demasiado pequeños. Cuando la cebolla está dorada, añadimos las manzanas a la sartén. Ponemos un poco de sal. Esperamos que queden blanditas pero no deshechas y, añadimos el vino blanco y un poco de agua. Dejamos que se reduzca la salsa durante unos minutos.

Presentación del plato: En una fuente ponemos el solomillo en hojaldre y alrededor del mismo la salsa de manzanas.

Solomillo Wellington

¿Te ha gustado? Pues, aqui tienes todas las propuestas de Desafío en la cocina. Y no olvidéis que el mes que viene nuestro desafío será dulce.

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