Esta semana me puse manos a la obra con las almendras que tenía del año pasado. Me da tanta pereza partirlas, pelarlas, triturarlas, que he dejado pasar los meses y ya pensaba que se me estropeaban. Además el tiempo apremiaba porque, pronto, está lista para coger del árbol la cosecha de este año.
No son las mejores almendras del mundo pero a mi me saben como las mejores. Está la satisfacción de haberlas cogido directamente del almendro y con mucho trabajo haberlas transformado en esta deliciosa Tarta de Santiago.
La receta es bien sencilla y se la debo junto con el patrón para hacer la cruz a Webos fritos. También allí leí algunos datos curiosos sobre la Tarta de Santiago, en especial, que tiene Indicación Geográfica Protegida. Bueno ya sabéis que Su explica todo estupendamente así que recomiendo su lectura.
Como digo esta tarta me ha dado su trabajo. Mucho trabajo si, porque para pelar las almendras hay que armarse de paciencia. Hervirlas durante un par de minutos facilita la cosa pero no quita el trabajo de ir una a una quitándole la piel que envuelve el fruto. Por momentos, juré que la próxima vez compraba las almendras molidas. Ya se me ha pasado y además todavía me quedan más almendras sin partir y algunas ideas para utilizarlas Aaaaggrrrr!!!
Número de personas: 6 personas (una ración por persona y te quedas con ganas de repetir)
Ingredientes:
– 180 gramos de almendras molidas
– 180 gramos de azúcar
– 180 gramos de huevo (fueron 3 huevos grandes)
– Ralladura de limón
– Canela, no demasiada
– Mantequilla para engrasar el molde
– Azúcar glass para decorar
Elaboración de la tarta: En primer lugar, vamos a tostar las almendras. En una sartén, colocamos las almendras molidas y las tostamos procurando que no se quemen pero si que pierdan humedad. De esta manera, activamos el aceite de la almendra y quedaran más aromáticas. Esto también lo podemos hacer en el horno. Dejamos enfriar.
Batimos los huevos junto con el azúcar y añadimos las almendras, la canela y la ralladura de limón.
Precalentamos el horno a 180ºC.
Engrasamos con mantequilla un molde desmontable de 23 cm. Forramos el fondo del molde con papel de horno y lo engrasamos también. Añadimos la masa al molde y llevamos al horno durante 20 minutos.
Quedó muy jugosa y se le pueden dar incluso 10 minutos de cocción más, pero a mi me gusta así, tierna y con la textura característica de los postres con almendras.
Cuando la tarta se ha templado, unos 30-40 minutos, desmoldamos y decoramos con el azúcar glass.
No olvides el momento bricolaje que incluye esta receta. Para que te quede más bonita y que todo el mundo sepa que has hecho una Tarta de Santiago, antes de probarla claro, debes imprimir el patrón de la cruz del peregrino (ya sabes en la página de Webos fritos), recortar y pegar siguiendo las instrucciones y colocarla sobre la tarta antes de espolvorear el azúcar glass.
Si puedes resistir, ya está lista para comer. Aunque sabe mejor si esperamos a que esté totalmente fría, un par de horas al menos.
Pues sí, la próxima la podrías hacer con almendra molida ya… pero seguro que no estarás tan satisfecha por el resultado!! jeje
Te quedó de escándalo y lo de la plantilla de la cruz es una cosa que tengo que ir a echar una ojeada!!
Un besote.
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En casa nos encanta!! Bss
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Me encantan las tartas de almendra y esta que has preparado te ha quedado magnífica.
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Lo has bordado, desde luego parece salida de una pastelería.
Feliz fin de semana querida.
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Me encanta esta tarta, como dice Carolina de pasteleria, y con las almendras «criadas» en casa… todo un lujo.
Besos
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