Tomates caramelizados: dos acabados

Veo la receta de tomates caramelizados en Pinchos y Canapés y sé que no me van a faltar motivos para hacerla a la menor oportunidad. Paso por la frutería y justo en la puerta 2 kg. de tomates pera 1,80€. Sin dudarlo, entro y los compro. Ya sé que voy a hacer con ellos.

Estos tomates caramelizados van a ser la base para otros platos que tengo en la cabeza y ya os iré contando. Para empezar os diré que los probé, recién hechos, en un bocata con filetes de lomo y queso manchego y se me cayeron dos lagrimones.

Ingredientes:

– 2 kg. de tomates pera
– 100 gramos de azúcar moreno
– 250 ml. de aceite de oliva virgen extra
– Una hoja de laurel
– Una ramita de romero
– Una ramita de orégano
– Sal

Modo de preparación:

He preparado 2 kg. de tomates pero, en realidad, lo he hecho en dos veces, repitiendo la segunda vez el mismo proceso. Los ingredientes totales utilizados son los indicados. Utilizando la primera vez una parte y completando con el resto la siguiente vez.

– Pelamos los tomates. Para ello, ponemos agua a hervir en una cacerola y cuando está hirviendo introducimos los tomates. Los dejamos en el agua hirviendo durante 5 minutos y al sacarlos le retiramos la piel. ¡Cuidado no te quemes! Puedes esperar unos minutos antes de hacerlo.
– En una sartén, colocamos el aceite de oliva, la ponemos al fuego y añadimos el azúcar moreno.
– Dividimos los tomates por mitades. Y los llevamos a la sartén.
– Añadimos la sal y el resto de las especias.
– Bajamos el fuego y hacemos los tomates a fuego lento durante unos cuarenta y cinco minutos. No hay que darles la vuelta ni remover con una cuchara, así conseguiremos que se mantengan enteros y con un aspecto delicioso. Ponemos sacudir un poco la sartén si pensamos que pueden pegarse en el fondo.
– Transcurrido el tiempo, retiramos del fuego y envasamos.

¿Por qué dos presentaciones? Como veis en la primera fotografía en un plato los tomates están enteros y en el otro aparecen triturados. ¿Cuál os gusta más? Yo he hecho mitad y mitad porque los iba a utilizar en distintas recetas y los necesitaba de las dos formas. Pero puestos a elegir me quedo con los enteros, su sabor es delicioso, profundamente dulce sin empalagar y enriquece carnes, ¡¡¡SETAS!!! y quesos. Ya no doy más pistas, prometo escribir las recetas que voy haciendo con ellos.