Streuselkuchen de manzana

No os asustéis. Esta tarta, de nombre ilegible e impronunciable, es una típica tarta alemana que las chicas del Desafío en la cocina, con la cómplice colaboración de todo el grupo, han elegido para celebrar el segundo aniversario de este grupo de blogueros.

Su nombre, Streuselkuchen, se puede traducir como tarta de grumos y hace referencia a la característica capa que la recubre, una especie de arenisca hecha a base de azúcar, harina y mantequilla. A partir de aquí, admite múltiples variantes y eso la convierte en una tarta muy atractiva.

Streuselkuchen

Después de leer distintas recetas de esta tarta he elegido una de sus posibilidades, la que más me apetecía hacer. La base de la misma lleva pasta brisa, un relleno de manzana, que la hace realmente deliciosa y, por último, el streusel, la capa de grumos. Esta es sólo una opción, porque no sólo podemos cambiar el relleno, o incluso eliminarlo, sino que la base puede ser de bizcocho.

Dos aclaraciones:

– Al streusel le he puesto canela, me parecía que iba a combinar bien con la manzana y acerté.
– La pasta brisa la he cocinado a la vez que el relleno. El resultado es una tarta muy blandita y casi se confunde con la manzana, como podéis comprobar en la fotografía del corte. Peo también explico como podemos hacer para tener un resultado más crujiente, como el que aparece en la receta de tarta de membrillo y queso o en la de pumpkin pie.

Streuselkuchen

Ingredientes:

Para la pasta brisa:

– 200gr. de harina

– 100gr. de mantequilla

-35-45 gr. de agua

– Una pizca de sal

Para el relleno: 

– 3 manzanas

– 1 cucharada de azúcar

– 1/2 vaso de agua

Para el streusel:

– 150 gr de harina

-100 gr. de mantequilla

-50 gr. de azúcar

– una cucharadita de canela en polvo

Modo de preparación:

1. Comenzamos preparando la pasta brisa. Mezclamos la harina con la sal y formamos un volcán con la misma. Añadimos la mantequilla cortada en dados y vamos mezclando con los dedos. Le vamos añadiendo poco a poco el agua y cuando tengamos una masa homogénea, formamos una bola, la envolvemos en papel film y la dejamos reposar durante 1 hora en el frigorífico.

2. En segundo lugar, el relleno. Pelamos y partimos en rodajas finas las manzanas. En una sartén, colocamos el azúcar y el agua y lo llevamos a ebullición, le bajamos el fuego y añadimos las rodajas de manzana. Cocemos a fuego lento durante 5 minutos. Retiramos el almíbar y reservamos.

3. Para preparar el streusel, mezclamos la harina con el azúcar y la canela. Le añadimos la mantequilla en dados, debe estar a temperatura ambiente. Con las puntas de los dedos vamos integrando la mantequilla con el resto de los ingredientes, creando una especie de grumos. No se trata de integrar todos los ingredientes sino de crear bolitas, como si fuera arena. Quedarán unos mayores y otros más pequeñas. Eso no importa, fíjate en la fotografía.

4. Ya sólo queda unir cada una de las capas. Para estirar la masa, la colocamos entre dos láminas de papel de hornear. Estiramos la masa pasando el rodillo por encima del papel, intentando hacer un círculo de un diámetro al menos igual o superior al molde de la tarta más la altura de las paredes. Retiramos con cuidado uno de los papeles y volcamos la base sobre el molde previamente engrasado con un poco de mantequilla y espolvoreado con harina. Presionamos bien la masa contra el fondo del molde y contra las paredes y pinchamos con un tenedor. Retiramos la masa sobrante (aprovéchala en lo que te apetezca, está buenísima. Yo hice una tiras finas y le añadí unas especias, las hornee a la vez que la tarta).

5. Sobre la pasta brisa, colocamos las manzanas de manera ordenada cubriendo toda la base y empezando una segunda capa hasta que se nos acaben. Cubrimos con el streusel.

6. Introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante 20 minutos.

Esta es la forma en la que yo la preparé pero, podemos cambiar el paso 5, y el resultado será más crujiente. Para ello, debemos cocer la pasta brisa en blanco, sin ningún relleno, durante aproximadamente 10 minutos y después ponerle el relleno cocinándola unos 15 minutos más.

Procedemos de la siguiente manera: Después de colocar la masa en el molde y pincharla con el tenedor, cortamos un círculo (mi molde es redondo) de papel de hornear del tamaño del molde. Lo colocamos sobre la masa vacía y encima, a modo de peso, colocamos garbanzos. Lo introducimos en el horno precalentado a 180ºC.

Nosotros la tomamos templada y estaba buenísima.

Como ya os he comentado, celebramos el segundo aniversario del grupo de blogueros Desafío en la cocina.

Y somos un montón de blogs pero podéis ver todas las tartas preparadas por mis compañeros en este enlace. Yo estoy deseando de ver todas las propuestas porque me parece una tarta muy versátil y con múltiples posibilidades.