Revuelto de níscalos

Aún me quedan níscalos congelados de mi paseo por Castaño del Robledo. Y esta semana he aprovechado para tomarlos en revueltos.

Paseo por Castaño del Robledo

El níscalo, también conocido como mízcalo, rovellón o robellón, es el Lactarius deliciosus, una seta que crece en zonas donde hay pinos y que abunda durante el otoño. Presenta un llamativo color rojo-anaranjado y al cortarlo desprende un líquido naranja. Una vez cortado se oxida con rapidez adquiriendo un color verdoso.

Su carne es densa y compacta, por ello es mejor cocerlo durante un tiempo para comerlo.

Revuelto de níscalos

Ingredientes:
(Para 4 personas)

– 300 gr. de níscalos
– 4 huevos
– 2 dientes de ajo
– 150 ml. de vino blanco
– 150 ml. de agua
– Aceite de oliva virgen extra
– Perejil y Sal.

Modo de preparación:

1. Limpiamos bien las setas de toda la suciedad que puedan tener, con la ayuda de un paño húmedo.

2. Picamos los ajos muy finamente. Y las setas en trozos medianos.

3. En una sartén, ponemos a calentar 5 cucharadas de aceite de oliva y añadimos los ajos.

4. Cuando empiecen a dorarse los ajos, añadimos los níscalos.

5. Salteamos bien las setas con los ajos, añadimos un poco de sal y, transcurridos un par de minutos, añadimos el vino blanco. Pasados 4 minutos añadimos el agua.

6. Cocemos las setas hasta que se evaporen todos los líquidos.

7. Añadimos los huevos sin batir y el perejil picado, que previamente hemos lavado. Dejamos un minuto sin remover, para que se cuaje la clara un poco quedando más jugosa la yema. Removemos con un cuchara de madera y apagamos el fuego, dejando que el calor de los alimentos terminen de hacer la yema.

Los revueltos hay que tomarlos recién hechos, así que estos ya están listos para comer.