Pavías de bacalao con salmorejo

 

A pesar de mis esfuerzos por incorporar nuevas ideas a los platos de cada día, en mi reciente viaje a Londres tenía una idea recurrente: pavías de bacalao. Me parecen mucho más apetecibles que el famoso fish londinense. Así que este verano voy a practicar el rebozado de cerveza.

Dicho y hecho, en cuento he llegado mi primera comida ha consistido en unas crujientes y vistosas pavías. Como acompañamiento, sustituyendo las chips, yo me he decicido por un salmorejo fresquito.

Esta es mi versión andaluza del fish and chips: Pavías de bacalao con salmorejo.

 

Ingredientes para las pavías de bacalao: (4 personas)

– 4 trozos de lomo de bacalao

– 1 huevo

– 125 ml. de cerveza

– 150 gr. de harina de repostería

– 1 cucharada de levadura

– Sal, ajo y perejil

Para preparar el rebozado se tamiza la harina y la levadura y se le va añadiendo poco a poco la cerveza, batiéndola para que no se formen grumos. Cuando tengamos una masa homogénea, se le añade el huevo batido, se mezcla bien y, por último, se incorpora la sal, el ajo y el perejil, finamente picados.

La masa para el rebozado debe tener una consistencia espesa, para que envuelva bien al bacalao y, a la vez, lo suficientemente ligera para que sea posible introducir el pescado en ella.

 Mientras dejamos reposar la masa durante media hora, preparamos el bacalao. Le quitamos la piel y lo cortamos en tiras no demasiado gruesas. Antes de rebozarlo, lo secamos un poco.

En abundante aceite, vamos friendo las tiras de bacalao previamente rebozadas. Para evitar que resulten aceitosas al comerlas es conveniente colocarlas sobre un papel absorbente antes de servirlas.

 Ingredientes para el salmorejo:

(para 4 personas, si se quiere tomar como primer plato o entrante)

– Un kilo de tomates maduros

– 200 gr de pan

– Un diente de ajo

– 125 ml de aceite de oliva

– Sal y vinagre al gusto

En primer lugar, debemos poner en remojo el pan y una vez que esté tierno se escurre para eliminar la mayor cantidad posible de agua.

A continuación, se introducen todos los ingredientes, a excepción del aceite, en un vaso de batidora y se baten bien. Después, poco a poco, se va añadiendo el aceite y se continua batiendo para favorecer la cremosidad del puré.

Por último, se pasa la crema por el pasapuré para eliminar la piel y las pepitas de los tomates. Servir bien frío.

Bueno, a muchos les puede parecer un plato más propio de cuaresma pero yo creo que lo voy a repetir más veces este verano.

¡A comer!